T. Sesmero, Portlanista
T. Sesmero, Portlanista
La iglesia de Santiago, en Pontedeume (A Coruña, Galicia) muestra una sorpresa en su entrada, unas cifras sobre hormigón pulido sugiere una fecha, 1987, y una placa rectangular, a modo de tarjeta de visita, recoge “T. Sesmero, Portlanista, Vigo”. Extendiendo la vista se advierte que el suelo de la iglesia -amplia, con hechura de basílica- está hecho de liso hormigón de color gris pardo, excepto una gran cruz de Santiago, destacada ante el altar. Uno imagina la decisión, quizá insólita, tomada por alguien a finales del s.XIX para reparar el piso con una técnica innovadora por entonces. El cemento de tipo Portland, el primero artificial, fué el resultado de investigaciones y mejoras entre 1796 y 1844 en Francia, país de nacimiento, y Gran Bretaña, extendiéndose pronto su uso generalizado. Así el vigués señor Sesmero, que firma “portlanista” -como podría ser cantero o vidreiro- aplica a finales del sXIX una material que, a la vista está, ha resistido 123 años en muy buen estado. ¡Honra al “portlanista”! Oficio más efímero que el material que dominó. Un aliciente más para visitar Pontedeume y descubrir sus secretos escondidos.
A igrexa de Santiago, en Pontedeume (A Coruña, Galicia), amosa unha sorpresa á entrada, unhas cifras sobre formigón pulido suxire unha data, 1897, e unha placa rectangular, como tarxeta de visita, recolle “T. Sesmero, Portlanista, Vigo”. Estendendo a vista advírtese que o chan da igrexa -ampla, con intención de basílica- é totalmente de suave formigón de ton gris pardo, agás unha Cruz de Santiago, destacada ante o altar. Un imaxina a decisión, quizá insólita, tomada por alguén a finais do s.XIX para reparar o solado cunha técnica innovadora por entón. O cemento de tipo Portland, o primeiro artificial, foi o resultado de investigacións e melloras entre 1796 e 1844 en Francia, país de nacemento, e Gran Bretaña, espallándose axiña o seu uso. Así o vigués señor Sesmero, que asina “portlanista” -como podería ser canteiro ou vidreiro- aplica ao remate do s.XIX un material que, á vista está, leva resistindo uns 123 anos en moi bo estado. Honra ao portlanista! Oficio máis efémero que o material que o nomeu. Un alicerce máis para visitar Pontedeume e descubrir os seus segredos agachados.
·La iglesia de Santiago, en Pontedeume (A Coruña, Galicia) muestra una sorpresa en su entrada, unas cifras sobre hormigón pulido sugiere una fecha, 1987, y una placa rectangular, a modo de tarjeta de visita, recoge “T. Sesmero, Portlanista, Vigo”. Extendiendo la vista se advierte que el suelo de la iglesia -amplia, con hechura de basílica- está hecho de liso hormigón de color gris pardo, excepto una gran cruz de Santiago, destacada ante el altar. Uno imagina la decisión, quizá insólita, tomada por alguien a finales del s.XIX para reparar el piso con una técnica innovadora por entonces. El cemento de tipo Portland, el primero artificial, fué el resultado de investigaciones y mejoras entre 1796 y 1844 en Francia, país de nacimiento, y Gran Bretaña, extendiéndose pronto su uso generalizado. Así el vigués señor Sesmero, que firma “portlanista” -como podría ser cantero o vidreiro- aplica a finales del sXIX una material que, a la vista está, ha resistido 123 años en muy buen estado. ¡Honra al “portlanista”! Oficio más efímero que el material que dominó. Un aliciente más para visitar Pontedeume y descubrir sus secretos escondidos.
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